Hoy vamos ha hacer un experimento con agua y hielo para sorprender y activar la curiosidad de Aria. Es sencillísimo de hacer y se los niños se quedarán alucinados.
Lo mejor de la actividad: ver a Aria alucinando por lo que estaba pasando.
Necesitamos....
- Una botella de agua sin abrir.
- Un cubito de hielo.
- Un vaso o jarra con una base ancha.
- Un plato o bandeja.
... y una vez lo tengas todo, ¡empezamos!
- Pon la botella de agua en el congelador unas 2 horas aproximadamente.
- Pasado este tiempo pon encima de la bandeja el vaso con el culo de este hacia arriba. La bandeja nos servirá para recoger el agua que tiraremos luego.
- Encima del vaso coloca uno o dos cubitos de hielo.
- Saca la botella del congelador, ábrela y vierte el contenido encima el hielo poco a poco, muy lentamente.
¿¡Que ha pasado!?
¡El agua fría de la botella se ha congelado al tocar el cubito de hielo! Y a medida que dejábamos caer más agua más crecía verticalmente el cubito.
Mira el siguiente vídeo para ver el resultado:
Explicaciones
- Primero de todo, ponemos la botella de agua mineral alrededor de 2 horas para conseguir el punto de sobrefusión que significa que enfriamos el agua lo justo para que no se congele y quede por debajo de su punto de congelación (también se puede llamar superenfriamiento).
- El hielo es el núcleo del experimento, este es el detonante para que el agua casi congelada se congele. El agua mineral (no sirven aguas con impurezas) puede bajar de temperatura al chocar con un núcleo y crea una estructura cristalina (hielo).
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